Críticas del método científico
en la actualidad
En la
Epistemología contemporánea se han presentado nuevas formas de establecer el
método hipotético – deductivo, criticando el empirismo subyacente al
método clásico, es decir el excesivo apego a la observación y experimentación,
como únicos criterios de verdad. Ya William Whewell, - uno de los creadores del
método
hipotético-deductivo -, había afirmado que la observación por sí
sola no conduce a nada.
Tabla de contenidos
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Karl Popper, eminente
filósofo de la ciencia, afirma que las hipótesis no sólo deben verificarse sino
que deben formularse de forma y manera que puedan ser falseadas:
cualquier hipótesis debe estar preparada para ser refutada, es decir para que
se pueda demostrar su falsedad. La supervivencia de las hipótesis expresa un
estado transitorio. Las teorías fuertes que resisten la falsación,
tienen mayor grado de corroboración. Por esta razón, Popper denomina a
las teorías conjeturas; si son correctas, sus predicciones se cumplirán,
y si no se cumplen, deben ser revisadas.
En los
términos de la lógica proposicional, el requisito de falsación se ajusta
a la forma lógica del razonamiento deductivo modus tollendo tollens:
De este
modo, las ciencias de la naturaleza se colocan dentro de la certeza del
razonamiento deductivo matemático. La lógica de la prueba o verificación no
tiene nada de inductiva.
Estas
últimas afirmaciones de Popper han sido criticadas por el filósofo americano
Hilary Putnam y el español Javier Muguerza; según ellos, la corroboración
es en realidad una nueva confirmación, con lo que sigue prevaleciendo el
recurso a la experiencia.
Por otro
lado, -señala Muguerza-, tampoco Popper habla tanto de refutar un hecho, cuanto
de refutabilidad o susceptibilidad de refutación. De manera que una
hipótesis es científica en la medida en que esté abierta a la posibilidad de
ser refutada por la experiencia. Y aquí se encuentra precisamente el
criterio de demarcación entre lo que es ciencia y lo que no lo es.
En uno de
sus más importantes libros, La lógica de la investigación científica,
Popper afirma:
« Las teorías son redes que lanzamos para apresar
aquello que llamamos el “mundo”: para racionalizarlo, explicarlo y
dominarlo. Y tratamos de que la malla sea cada vez más fina.»
La lógica de
la investigación científica, Karl Popper
Esta metáfora de la pesca es muy productiva, el conocimiento científico se equipara con el oficio de la pesca: en la medida en que vamos navegando, necesitamos renovar las redes en función de las incidencias del trayecto y de la pesca.
Otra
aportación importantísima al estudio del método científico es la del físico y
filósofo estadounidense Thomas Kuhn y su teoría
de las revoluciones científicas.
Kuhn, en la
misma línea de los filósofos de la ciencia Hanson R.D., Putnam H. y Chalmers,
A., afirma que el hecho de que la ciencia comience con la observación no es del
todo exacto, o por lo menos es ingenuo, dando la razón a Nietzsche, con
su observación de que no existe una percepción inmaculada de los hechos;
la observación está cargada de teoría. Todos los científicos operan
dentro de una cosmovisión, una visión del mundo y de las cosas, una
escala de valores, una estructura o armazón de presupuestos básicos que Kuhn
llama paradigmas.
La actividad
científica se encuadra dentro de un paradigma, se trata de la ciencia
normal. Según Kuhn, en su libro La estructura de las revoluciones
científicas:
«Ciencia normal significa investigación basada en uno
o más logros del pasado, logros científicos que alguna comunidad científica en
particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica
posterior…, simultáneamente fue lo suficientemente amplia y general para dejar
toda clase de problemas para que los resolvieran posteriormente.
De aquí en adelante, me referiré a los logros que comparten estas dos características, como paradigmas, término que se relaciona con el de ciencia normal. Al elegirlo, quiero sugerir que incluyen ley, teoría, aplicación e instrumentación a la vez, proporcionan modelos de los cuales surgen tradiciones particulares, coherentes de investigación científica. Éstas son las tradiciones que describe el historiador como astronomía ptolemaica, copernicana, dinámica aristotélica o newtoniana, óptica corpuscular u óptica de ondas y otros similares.»
De aquí en adelante, me referiré a los logros que comparten estas dos características, como paradigmas, término que se relaciona con el de ciencia normal. Al elegirlo, quiero sugerir que incluyen ley, teoría, aplicación e instrumentación a la vez, proporcionan modelos de los cuales surgen tradiciones particulares, coherentes de investigación científica. Éstas son las tradiciones que describe el historiador como astronomía ptolemaica, copernicana, dinámica aristotélica o newtoniana, óptica corpuscular u óptica de ondas y otros similares.»
La
estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn
Estos periodos de ciencia van cediendo paso a periodos de crisis, cuando surgen acontecimientos que no se pueden explicar en el paradigma anterior. El paradigma no puede apoyar una investigación, los puntos de vista opuestos saltan a la vanguardia y se produce lo que Kuhn llama ciencia extraordinaria, que termina alcanzando el consenso de la comunidad científica. Los científicos se ponen de acuerdo en aceptar otro paradigma, es una revolución científica. El nuevo paradigma debe explicar las áreas anómalas de investigación.
Escuchemos
de nuevo a Kuhn:
«Confrontados con anomalías o crisis, los científicos
toman una actitud diferente hacia los paradigmas existentes y la naturaleza de
su investigación cambia de acuerdo a esto. La proliferación de artículos en
competencia, la voluntad de probar cualquier cosa, la expresión de un
descontento explícito, el recurrir a la filosofía o al debate sobre los
fundamentos; todos estos son síntomas de una transición de la investigación
normal a una extraordinaria»
La
estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn
La revolución que implica la adopción de un nuevo paradigma no es sólo un cambio de teoría, una explicación diferente que se ve inserta en las antiguas; las revoluciones son cambios radicales, cambios de forma o Gestalt en la opinión mundial de la comunidad científica, como si los científicos vieran los hechos por primera vez, es un cambio gestáltico o cambio de paradigma, que Kuhn ejemplifica de la siguiente manera:
«Los que eran patos en el mundo científico antes de la
revolución son conejos después. El hombre que primero vio el exterior de la
caja desde arriba ve más tarde el interior desde abajo… Mirando un plano
topográfico, el estudiante ve líneas sobre el papel, el cartógrafo una figura
de un terreno. Mirando una fotografía de una cámara de burbujas el estudiante
ve líneas confusas y cortadas, el físico un registro de sucesos subnucleares
familiares”.»
La
estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn
Estas afirmaciones de Kuhn, han provocado fuertes reacciones en contra, puesto que según esta concepción de la ciencia, la realidad está constituida en parte por el mismo paradigma desde el que se la observa, nos encontramos ante un cierto relativismo y subjetivismo, en el que la ciencia pierde bastante de su supuesta objetividad y racionalidad, tambaleándose asimismo la extendida creencia en el progreso científico.
«Los científicos aceptan un nuevo paradigma por toda
clase de razones”»
La
estructura de las revoluciones científicas, Thomas Kuhn
Las revoluciones científicas son bastante parecidas a las revoluciones sociales.
Finalmente
el eminente matemático y lógico de la ciencia de origen húngaro Imre Lakatos
(1922 – 1974), ha tratado de mediar entre el racionalismo de Popper y la
posición historicista de Kuhn. Rechaza la opinión de Popper de que la falsabilidad
sea la prueba primordial para las hipótesis científicas. La falsación para
Lakatos consiste en un triple enfrentamiento entre dos teorías rivales y la
experiencia; estas teorías se confrontan con la experiencia, una es aceptada y
la otra refutada. La refutación de una teoría depende del éxito total de la
teoría rival.
En su
importante trabajo de 1978 Metodología de programas científicos de
Investigación, expone su teoría en los siguientes términos:
« Una prueba es, o – debe procurarse que así sea
-, una lucha directa entre la teoría y el experimento, de modo que sólo estas
dos se enfrenten en la confrontación final, y el único resultado interesante de
tal confrontación es la falsación concluyente; los únicos resultados genuinos
son refutaciones de hipótesis científicas. Sin embargo, la historia de la
ciencia sugiere que las pruebas son almenos luchas tripartitas entre teorías
rivales y experimentos, algunos de los cuales resultan confirmaciones más que
falsaciones”. »
Metodología
de programas científicos de Investigación (1978), Imre Lakatos
En lugar de paradigmas, Lakatos introduce una noción nueva, un programa de investigación, como un armazón dentro del cual los científicos realizan su actividad.
Un programa
de investigación se compone de las siguientes partes:
- Un núcleo central, los presupuestos básicos del programa.
- Un cinturón protector de afirmaciones auxiliares o hipótesis.
- Un núcleo central incuestionable. En el cinturón protector, se permite la refutación y modificación, mientras que este núcleo central es totalmente impenetrable a las anomalías, como lo son los paradigmas de Kuhn en su mejor momento.
No parece
haber una manera clara de determinar el mejor de los programas de
investigación; sólo podemos afirmar la superioridad de uno sobre otro, una vez
que ha pasado el tiempo. En este punto incide la crítica del controvertido
filósofo de la ciencia Paul Feyerabend (1924 – 1994), que pasó de ser un
seguidor del realismo popperiano y del círculo de Lakatos, a representar una
aguda crítica anarquista a las teorías de ambos.
En su
principal obra Contra el método (1975), critica la lógica del método
científico apoyándose en un estudio detallado de algunos acontecimientos de la
historia de la ciencia, particularmente de la física y astronomía para llegar a
la conclusión de que la historia demuestra que no hay un método mejor que otro,
ni tampoco principios inalterables, no hay progreso ni verdad, sino cambios de
estilo. Unas teorías científicas contradicen a otras, son inconmensurables, por
ejemplo la física de Newton y la de Einstein.
Paul
Feyerabend (1924 – 1994) se rebela contra el racionalismo y el dogmatismo
tradicionales en el pensamiento científico; entiende la ciencia como una vía
más de conocimiento, similar al arte o a la religión, de acuerdo con su famosa
frase: todo vale. No afirma la ausencia de reglas, teorías o métodos,
sino un pluralismo de todos ellos y proclama la libertad de la sociedad para
poder elegir unas teorías u otras.
«“Una vez acabada su “reconstrucción de la ciencia
moderna”, muchos metodólogos se vuelven hacia otros campos como si hubiera
quedado establecido que la ciencia moderna es superior a la magia o a la
ciencia aristotélica y que sus resultados no son ilusorios. Sin embargo no hay
el menor argumento de ese tipo. Las reconstrucciones racionales dan por
supuesta la sabiduría científica básica, pero no demuestran que es mejor que la
sabiduría de las brujas y los magos”.»
Contra el
método. Ensayo de una teoría anarquista del conocimiento (p.205), Paul Feyerabend
En resumen parece que las ciencias empíricas no se encuentran en el hogar de la objetividad, como pudiera parecer a primera vista debido a su recurso a la experiencia.
Posiblemente
la postura más equilibrada nos la ofrece el premio Nobel de Física, Albert Einstein, en
su obra La física, aventura del pensamiento:
«Los conceptos físicos son creaciones libres del
espíritu humano y no están por más que parezca, únicamente determinadas por el
mundo exterior. En nuestro empeño de concebir la realidad, nos parecemos a
alguien que tratara de descubrir el mecanismo invisible de un reloj, del cual
ve el movimiento de las agujas, oye el tic – tac, pero no le es posible abrir la
caja que lo contiene. Si se trata de una persona ingeniosa e inteligente, podrá
imaginar un mecanismo que sea capaz de producir todos los efectos observados,
pero nunca estará segura de si su imagen es la única que los pueda explicar.
Jamás podrá compararla con el mecanismo real, y no puede concebir siquiera el significado de una comparación que le está vedado. Como él, el hombre de ciencia creerá ciertamente que, al aumentar su conocimiento, su imagen de la realidad se hará más simple y explicará mayor número de impresiones sensoriales. Puede creer en la existencia de un límite ideal del saber, al que se aproxima el entendimiento humano, y llamar a este límite la verdad objetiva.»
Jamás podrá compararla con el mecanismo real, y no puede concebir siquiera el significado de una comparación que le está vedado. Como él, el hombre de ciencia creerá ciertamente que, al aumentar su conocimiento, su imagen de la realidad se hará más simple y explicará mayor número de impresiones sensoriales. Puede creer en la existencia de un límite ideal del saber, al que se aproxima el entendimiento humano, y llamar a este límite la verdad objetiva.»
La física,
aventura del pensamiento' (p. 251) Albert Einstein
El profesor felipe es el mejor del mundo, y nos enseña todo lo bueno y malo del mundo
El amor no
existe, es real
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